60.000 migrantes bajo TPS quedan sin protección

La situación de los migrantes en EE. UU. es un tema complejo y en constante evolución, especialmente para aquellos amparados por programas como el Estatus de Protección Temporal (TPS). Recientemente, decisiones judiciales han puesto en jaque a miles de estos inmigrantes, lo que plantea preguntas sobre su futuro y las opciones que tienen ante una posible deportación.

La reciente resolución judicial sobre el TPS

Un tribunal federal de apelaciones en San Francisco tomó una decisión significativa que afecta a cerca de 60.000 inmigrantes de Honduras, Nicaragua y Nepal. Este fallo, emitido el miércoles, abre la puerta a su deportación, revocando una decisión anterior que había bloqueado la eliminación del TPS, un programa destinado a proteger a aquellos que huyen de condiciones extremas en sus países de origen.

La jueza que había previamente detenido la eliminación del TPS, Trina Thompson, argumentó que los beneficiarios no habían cometido delitos y que no existían razones válidas para su expulsión. Sin embargo, el nuevo veredicto ha dejado en un estado incierto a miles de familias, muchas de las cuales han establecido sus vidas en EE. UU. desde finales de los noventa.

Impacto en la comunidad migrante

Las implicaciones de esta decisión son profundas. Se estima que alrededor de 51.000 hondureños y 3.000 nicaragüenses, que llegaron después del huracán Mitch en 1998, se verán afectados. A ellos se suman unos 7.000 ciudadanos de Nepal que obtuvieron el TPS tras el devastador terremoto de 2015.

Todos estos migrantes han estado viviendo legalmente en EE. UU. con permisos de residencia temporal y la capacidad de trabajar, pero sin la opción de acceder a la ciudadanía. La pérdida del TPS no solo amenaza su estatus legal, sino también la estabilidad emocional y económica de sus familias.

  • Hondureños: 51.000
  • Nicaragüenses: 3.000
  • Nepalíes: 7.000

Justificación del Gobierno y reacciones

El Gobierno de EE. UU., bajo la administración de Donald Trump, ha justificado esta medida argumentando que las condiciones en los países de origen han mejorado desde que se otorgaron los permisos. La subsecretaria de Seguridad Interior, Tricia McLaughlin, aplaudió el fallo, destacando que el TPS nunca fue concebido como un mecanismo de asilo permanente.

La composición del panel judicial que tomó esta decisión es notable, ya que estaba integrado por un magistrado designado por Bill Clinton y dos jueces conservadores, uno de ellos nombrado por George W. Bush y otro en la primera etapa de Trump. Esto ha suscitado preocupaciones sobre la equidad y la idoneidad de la decisión.

El contexto del TPS y su evolución

El Estatus de Protección Temporal fue creado en 1990 por el Congreso de EE. UU. como un recurso humanitario. Su objetivo es ofrecer protección a ciudadanos de países afectados por guerras, desastres naturales o crisis excepcionales. Este programa permite la renovación de permisos de residencia y trabajo cada 18 meses, pero no proporciona un camino directo hacia la residencia permanente o la ciudadanía.

A lo largo de los años, el TPS ha beneficiado a cientos de miles de personas de diversas regiones, permitiéndoles establecerse en EE. UU., trabajar y contribuir a la economía. Sin embargo, su continuidad es vulnerable a cambios políticos.

Desafíos para los beneficiarios del TPS

La reciente decisión se suma a otros movimientos de la administración actual que han reducido el alcance del TPS. En los últimos meses, se ha eliminado la protección para unos 350.000 venezolanos, medio millón de haitianos, 160.000 ucranianos, así como miles de migrantes de Afganistán y Camerún.

Diversas organizaciones, como la Alianza Nacional por el TPS, han intentado frenar estas restricciones en los tribunales, alegando discriminación y motivaciones políticas. Sin embargo, hasta el momento, no han logrado revertir las decisiones gubernamentales.

Opciones para migrantes que perderán el TPS

Para los aproximadamente 600.000 migrantes venezolanos que también se verán afectados por la pérdida del TPS, las opciones se están volviendo cada vez más limitadas. Algunos de los caminos que podrían considerar incluyen:

  • Búsqueda de asilo: Si se pueden demostrar riesgos de persecución en sus países de origen, podrían solicitar asilo.
  • Regularización a través de otros programas: Algunos pueden calificar para otros estatus migratorios, aunque esto depende de las circunstancias individuales.
  • Unirse a campañas de defensa: Participar en movimientos y organizaciones que luchan por los derechos de los migrantes puede ayudar a crear conciencia y presión política.

El futuro del TPS y su relevancia

La situación del TPS sigue siendo un tema de gran debate en EE. UU. y un símbolo de la lucha de los migrantes por el reconocimiento y la protección de sus derechos. Muchos beneficiarios han echado raíces en el país, contribuyendo a la economía y formando familias, lo que complica aún más la cuestión de su deportación.

Con la política migratoria en constante cambio, el futuro de los beneficiarios del TPS es incierto. La lucha por una re-evaluación de este programa y por condiciones más justas para los migrantes continúa siendo una prioridad para muchos defensores de derechos humanos.

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